Aunque no lo sepamos definir, existe, muy nítidamente, una fuerte atracción entre el hombre y la mujer.
La veraad es que podemos definir y hasta manipular dicha atracción si la conocemos, y para conocerla es necesario responder a la pregunta "¿por qué hay atracción?".
La atracción entre el hombre y la mujer existe porque el hombre y la mujer son una sola cosa que, por motivos circunstanciales menores, se encuentran divididos y manifestados por separado, en nuestro mundo relativo.
Así como el viento sólo se hace notar cuando se mueve, la masculinidad y la femineidad deben su existencia al movimiento da vuelta a tu punto común de origen mutuo.
Tal movimiento es lo que crea vida. Cuando hombre y mujer se aproximan, se crea simultáneamente una distancia mayor, por paradojal que pueda parecer. En todo caso el movimiento del espermatozoide aproximándose al óvulo y penetréndolo crea un distanciamlento igualmente creciente y la consecuente energía genera al nuevo ser.
En la distancia y aproximación reside toda la esencia de la relación entre hombre y mujer. Hoy en día, tal cosa se ignora. Pero en todas las culturas humanas las diferencias entre la masculinidad y la femineidad siempre fueron controladas y desarrolladas con la finalidad de posibilitar el movimiento de aproximación y distanciamierrto. Diferencia es distancia. Semejanza es aproximación.
Las leyes que rigen a la atracción son extremadamente simples y por eso mismo, difíciles de entender.
0 comentarios:
Publicar un comentario