Si observáramos dos automóviles y supiéramos que desarrollan Ja misma velocidad y potencia pero que uno consume más combustible y otro menos, obviamente sabríamos que el auto más económico está mejor proyectado y es de mejor calidad. En ese sentido la mujer es de una mejor calidad humana que el hombre, pues necesita menos alimentos para desempeñar funciones tan o más activas y desgastantes que el hombre.
La mujer que necesita grandes cantidades de alimentos o que constantemente está "probando un bocado" no tiene condiciones para encontrar un verdadero compañero. Igualmente, la mujer que sólo se satisface con alimentos fuera de una calidad vegetal, alimentos super energéticos o especiales, de gustos y aspectos exóticos, tampoco cumple con el requisito fundamental de satisfacción con alimentos simples y bien preparados.
La mujer desarrolla una nobleza profundamente femenina al alimentarse principalmente (70 °/o o más) de granos de cereal integral.
Por otro lado, la mujer acostumbrada al consumo en exceso de alimentos proteicos, frutas, jugos, etc., es un ser que rechaza a todos con su histeria.
La mujer que consume azúcar y carne no tiene condiciones para casarse.
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