d) Resistencia al hambre y a la sed

Poco tiempo después de comer, el aparato digestivo toma su descanso y el resto del cuerpo está listo para un 100 °/o de actividad física o mental. Sin embargo, el hombre moderno, poco tiempo después de la última comida siente hambre y debilidad teniendo necesidad de alimentarse nuevamente.

En las islas del sur de América, cerca de la Antártida, conocimos a un hombre que salía de su casa a las 5 a.m. con un poco de té liviano en el estómago. Este señor tenía que salir temprano para aprovechar las mareas y, luego de lanzar su pequeño barco a remo al aguerrido océano, remaba vigorosamente durante 2 horas seguidas hasta una isla donde la naturaleza era pródiga. Allí cortaba, con rapidez alucinante, gruesos leños de madera dura y mojada, cargaba su barquito con 2 ó 3 de ese combustible y remaba por tres horas y media más a su casa para armar fuego y, a las 7 p.m., tomaba la primera comida del día. La temperatura era de más de 15 grados bajo cero. ¡Una rutina, para èl!

La resistencia fundamental a las situaciones adversas es la principal confirmación de una individualidad sólida y unificada entre mente y cuerpo, teoría y práctica. Tal individuo puede compartir con ganancias esa individualidad con su cónyuge.

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