Según un viejo dicho: "Las dificultades son oportunidades disfrazadas de problemas".

Es justamente dentro de una existencia dificultosa que se pueden manifestar las capacidades individuales del marido y de la mujer. Si ninguno de los dos puede mostrar su capacidad de autotransformación ante cualquier dificultad, es probable que pierdan la atracción entre sí.

Uno de los factores que determinan la atracción entre hombre y mujer o marido y esposa, es la constante transformación, el incesante movimiento que caracteriza a esos dos individuos. Si pensamos en cual es la base dé la atracción concluiremos que lo que atrae es aquello que se mueve.

Ahora bien, si no hay dificultades, ¿para qué transformarse?, ¿para qué adaptarse? Sin dificultades no hay movimiento. Sin movimiento no hay transformación. Sin transformación no hay atracción.

Por fin, llegamos al punto en común que pueden tener el hombre y la mujer antagónicos y complementarios.

Sí, existe un punto en común que puede ser compartido por el hombre y la mujer por más antagónicos que sean.

Ese punto en común a que nos referimos es la obediencia y acompañamiento al Orden de la Naturaleza. Tanto el hombre como la mujer deben siempre acompañar de cerca y rendir cuentas a ese Orden Universal. Significativamente, obedeciendo a un Orden Universal de vida, el hombre gana masculinidad y la mujer gana femineidad.

En nuestra propuesta familiar, el Orden de la Naturaleza se expresa en términos de la realización de desarrollo regional de producción y educación basado en el Principio Unico.

Sociológicamente, el acto de casarse está explicado por la siguiente teoría:

El individuo humano posee una sexualidad, o potencial sexual que lo hace aislarse de la colectividad, buscando egocéntricamente proteger a la hembra de las pretensiones igualmente egocéntricas de otros machos. Es por eso que cuando un joven moderno se enamora busca mucho más lá soledad que la compañía, se vuelve retraído y antisocial. ("Qué pasa con ese muchacho que hace días que no se lo ve?").

Sin embargo, el ser humano es una especie gregaria, un ser social. El matrimonio cumple el papel de neutralizar el efecto antisocial de la sexualidad individual. Con ese fin dicta normas que permiten que el individuo siga siendo solidario y manteniendo el ejercicio de su sexualidad.

La institución del matrimonio es, por lo tanto, de una importancia mucho mayor de lo que la gente está acostumbrada a pensar. El matrimonio es el primer gran paso de una persona hacia la integración de su individualidad con la solidaridad colectiva.

Siendo la sociedad el resultado de la interacción del interés individual con el interés colectivo, sin matrimonio no hay sociedad.

Es, por lo tanto, muy importante reconocer cuales son los factores que favorecen la continuidad del matrimonio.

Para ese efecto, queremos señalar la importancia de la alimentación armoniosa como factor indispensable para preservar la atracción en el matrimonio.

Una pareja que se alimenta desequilibradamente promueve su propio desequilibrio individual. Si la mujer come un sandwich allí y el marido una torta allá, van a terminar separándose, pues su unión carece de la base fisiológica de ta unión: la sangre cons-titu ida por los alimentos similares.

Por ese motivo, una de las premisas fundamentales para solucionar la crisis del amor es el compromiso y el hábito del marido de comer en casa, de la comida que su esposa le prepare.

Hoy en día, cada vez más mujeres preferirían no cocinar. Preferirían tener una cocinera. Eso tampoco es adecuado aunque esa cocinera le prepare a la pareja el más sano de los alimentos. La esposa es la responsable por ella misma, por el marido y por los hijos, y esa responsabilidad es intransferible, especialmente si se trata de transferir a una persona que trabaja porque le pagan un sueldo.

Lo ideal sería que la alimentación del hombre y de la mujer fueran básicamente de calidad vegetal, teniendo como plato principal, granos integrales de cereal, preferiblemente arroz integral. Interesante será que esos platos sean algo distintos para el hombre y para la mujer. El hombre podrá comer, por ejemplo, una mayor proporción de platos secundarios (45 % por ejemplo) y la mujer una menor proporción de platos secundarios (25 °/o por ejemplo) siempre manteniendo el arroz como plato principal. Cuando la mujer usa proporciones mayores de alimento neutro (principal) ella adquiere una nobleza femenina muy profunda. El hombre puede usar un plato secundario más yang (pickles o pescado por ejemplo) y la mujer un plato secundario más yin (verduras con poco cocimiento, por ejemplo).

Claro que no se pueden determinar fórmulas o padrones muy estrictos en relacón a eso, pero debe haber consciencia de la necesidad de polarización antagónico-com-plementaria en la dieta de la pareja.

Otro factor que promueve la continuidad del matrimonio es la presencia de hijos. Es bien sabido que un matrimonio que después de varios años todavía no tiene hijos

tiende a-separarse por falta de'continuidad. Los hijos son el eslabón que une marido y mujer.

Eso no significa que el mero hecho de tener hijos sea "perse" un factor de unión. La mayoría de las parejas, hoy en día, entregan fácilmente sus hijos a una sociedad que termina por transformar esos niños en piezas de una gran maquinaria destructiva y autodestructiva. Éso representa una falta de continuidad en la educación de los niños. Muchas parejas conscientes de la necesidad de neutralizar la tendencia auto-destructiva de la sociedad moderna no hacen los preparativos necesarios para proporcionar a sus hijos una educación según lo que ellos creen que es correcto y como consecuencia son obligados a ver a sus hijos optar por sistemas de vida que los mismos padres habrían querido combatir. Tener hijos es dar continuidad al matrimonio, pero eso no quiere decir que podemos descartar nuestra obligación, como padres, de proporcionar un sistema educacional coherente con nuestros ideales.

Obviamente, la educación de los niños no se refiere solamente a la educación formal que se puede obtener en una sala de escuela. La educación global abarca a la educación informal, proporcionada por un-ambiente colectivo regional de producción. La continuidad de la pareja depende mucho del establecimiento o participación de esa pareja en la realización de un proyecto regional de educación y producción.

Además de la relación con otras familias para constituir el desarrollo regional, tenemos que considerar la relación entre la pareja y los familiares del marido y la mujer. Damos la debida importancia a este asunto pues en la actualidad se verifica una situación bastante precaria en la relación conyugal, debido a la falta de consciencia sobre este asunto. El problema es que al formarse una pareja moderna, no se da importancia a la necesidad de independización de las respectivas ex-familias del marido y la esposa. En los peores casos, la esposa siempre visita la casa de sus padres y muchísimas veces termina por quedarse allá, prefiriendo el cariño de los padres a los problemas creados por el marido y los hijos. En los matrimonios tradicionales del Oriente, la mujer, al desposar al marido, se decidera no pisar nunca más la casa paterna. Hoy en día esto nos parecería demasiado rígido o innecesario. Pero hay que reconocer que en esos tiempos, cuando las personas asumían la responsabilidad por su propia supervivencia, sin depender excesivamente de la colectividad, era necesario tener cierta capacidad de supervivencia independiente. Esa mujer, que sería rechazada por sus padres si acaso quisiera retornar a la casa paterna, hacía esfuerzos multiplicados para mantener en orden a su marido, a sus hijos y a su hogar. De ello dependía su vida. No tendría donde refugiarse en el caso de que su tentativa de constituir una familia fracasara. En los días de hoy tal cosa parece no ser necesaria y por ese motivo, la institución del matrimonio está fracasando. Y está fracasando porque ias personas piensan que puede fracasar. Si las parejas modernas supieran que la institución conyugal y familiar no puede fracasar, entonces las familias del mundo actual estarían mucho más firmes de lo que están ahora. Por eso, en nuestra familia decidimos adoptar el sistema tradicional en el que es una vergüenza para la mujer tener que pensar en volver a la casa de los padres.

Obviamente este criterio de independización no vale sólo para la mujer sino que el marido también tiene que acompañar, con su propia independización de los padres, especialmente durante los primeros tres años de casamiento. Podemos recomendar como muy eficiente la promesa de no tener contacto con los padres durante los tres primeros años de matrimonio. Es claro que lo ideal es que los padres entiendan el espíritu de esa iniciativa autoeducacional y compartan esta situación. Conocimos una pareja cuyo marido,

durante ios primeros años de casamiento recibía mensualmente dinero de su padre y además, vivía gratis, en una casa que el padre tenía desocupada. Esa familia no tuvo la potencia de permanecer unida y se separó después de diez años de lucha y confusión inútiles.

Otro factor que no se puede dejar de lado cuando se habla de continuidad y resistencia familiar es la dificultad o la amenaza. Sin dificultades una familia no tiene motivos para permanecer unida y fortalecerse. Es impresionante como las dificultades de todo y cualquier tipo fortalecen la voluntad de quedar juntos en una pareja.

En la actualidad, el pensamiento general es completamente diferente y la enorme mayoría de las personas está soñando, justamente, con escapar de las dificultades y llevar una vida de facilidad. Esa mentalidad sólo genera problemas imposibles de solucionar en una vivencia sin sentido ni evolución. Una pareja que no está dispuesta e enfrentar las mayores amenazas y problemas no tiene muchas perspectivas de evolución como familia. Por ejemplo, el hijo de una pareja que recibe las más terribles amenazas con los brazos abiertos es una persona fuerte e ingeniosa, de firme carácter, que probablemente será una persona útil a la sociedad.

Algunos factores principales que promueven la compatibilidad, son las diferencias en:

En realidad, una de las cosas muy útiles que se pueden confirmar durante el noviazgo y que se va a revelar implacablemente durante el matrimonio es que distanciarse es aproximarse y aproximarse es distanciarse.

Durante nuestra infancia teníamos un cierto grado de convivencia con un gran número de tíos y primos, casi todos de más edad que nosotros. Recordamos una época en la que muchos de esos primos parecían haber entrado en la estación de "casamiento" y durante muchos años siempre nos sorprendíamos de verlos concentrados en buscar a su novia o novio, persiguiéndose, quejándose del abandono, adulándose, insultándose, con un afán que era extraordinario para nosotros. Lo que nunca olvidaremos es a una media docena de parejas que tenían una característica marcante: siempre buscaban estar juntos, y preferiblemente, a escondidas, para abrazarse. En realidad, lo que nos sorprendía no era que se abrazaran constantemente. La sorpresa era verlos casarse y después de algunos meses, o un año, divorciarse. Nos acordamos perfectamente que eso sucedía siempre con las parejas que se portaban como palomitas enamoradas durante el noviazgo.

Muchos años más tarde nos dimos cuenta de que la ausencia de distancia durante el noviazgo, (cuando la pareja quiere siempre estar enrollados como culebras uno al otro) siempre provoca un estado crónico de ilusión.

Para constatar esa verdad, coloque el centro de la palma de la mano tocando la punta de su propia nariz y trate de ver las I íneas de la mano. Es necesario una distancia adecuada durante el noviazgo para poder ver y comprender. Esa distancia no es dañina, al contrario, es muy beneficiosa.

De la misma manera tiene que ser encarada la cuestión del cariño y afecto que se brinda al novio o novia. En este mundo suicida, super competitivo y agresivo, es común que en el sexo opuesto se trate de encontrar el cariño que la sociedad no ofrece. Lo más frecuente es que las parejas se quieran dar un máximo de cariño y adulación, preparando 'así $1 desengaño inevitable después que se casan.

La actitud principal mutua, durante el noviazgo deoe ser de crítica y no de adulación. No es siquiera necesario hacer críticas abiertamente. Basta la actitud interna. Así es como pueden definirse las personalidades de la pareja, con sus virtudes y defectos reales. Igualmente, con esa actitud más crítica que cariñosa se va creando un cariño y sentimiento mayores, muy profundos y resistentes a las peores circunstancias externas de la pareja.

Muchos jóvenes liberales y hasta psicólogos y estudiosos de la actualidad

fomentan el cariño y una intensidad de experiencias sensoriales como medio de superar las dificultades de la crisis actual del amor. Pero la realidad es que dentro de una escala progresiva de amor, éste al nivel sensorial y emocional es todavía muy bajo y no puede durar mucho tiempo.

Como manifestamos en el Cap. 2, "Qué es amor", hay siete niveles de amor y no se debe buscar realizarlo sólo parcialmente, sino de manera global, completa; si se impone un límite a nivel sensorial o emocional al amor, éste parece intensificarse justamente en ese límite. Como las existencias personales hoy se limitan a lo sensorial y emocional, el amor es süper intenso a esos niveles. Es como el humo que se concentra en el techo de una habitación.

La realidad es que la expansión de la personalidad no puede ni debe ser solamente limitada. El amor tiene que realizarse también en los niveles más superiores, intelectual, sociológico e ideológico, para poder perfeccionarse, liberarse y ser efectivo. Y cuando los liberaloides escuchan esto dicen que queremos "enfriar" al amor, "intelec-tualizarlo" y "matarlo". Lo,que sí sucede es que el amor sólo al nivel sensorial o emocional es un amor ya medio muerto. Y una prueba de esto es el hecho de que una relación amorosa mecánica queda mecánicamente intensificada si también hay una experiencia sensorial. Y nadie puede negar que la emocionalidad o sentimiento provoca una intensificación de la experiencia sensorial y mecánica. En la misma realidad progresiva, la vivencia intelectual del amor aumenta y da firmeza a la emocionalidad y así por delante con los niveles sociológico e ideológico del amor entre hombre y mujer.

Lo que sucede es que pocos conocen lo que puede ser una expresión intelectual del amor, ni amor sociológico ni ideológico. Pero no conocer y no existir son cosas distintas. Después del nivel sensorial, la experiencia amorosa es cosa que depende mucho de la cultura y educación y esas dos son "avis rara" en nuestra sociedad tecnológica. ¡Tenemos millones de máquinas y las imitamos en nuestra relación de parejal

Otro asunto que cabe/esaltar cuando nos referimos al noviazgo y al matrimonio es el proceso de "complementarización", por el que pasa cada uno de los individuos de la pareja. Complementarización es la transformación personal para quedar complementario ai novio y a la novia.

Por esta complementarización, el novio intensifica la femineidad de la novia. La sociabilidad masculina es intensificada por las tendencias hogareñas de la mujer. La fertilidad femenina es aumentada por la fecundibilidad masculina, etc.

Es curioso darse cuenta de que este proceso espontáneo de complementarización ocurre hasta el nivel biológico, relativo a las funciones fisiológicas complementariza-das, al aspecto facial complementarizado, etc. . . Por ejemplo, un marido cuya expresión facial se torna más dura provoca en su esposa, si ésta le es un verdadero complemento, ¡una creciente expresión de placidez en el rostro! Si un marido desarrolla la elocuencia al hablar, la mujer desarrolla un respeto por el silencio y la acción silenciosa.

La complementarización aumenta la capacidad individual y conyugal del hombre y de la mujer, permitiendo siempre que el defecto de uno encaje en la virtud del otro, generando así la fuerza proporcional de dos engranajes en acción mutua continua.

El noviazgo, desde el punto de vista de la pareja como unidad, debe ser el período de establecimiento o formación de la complementariedad. Por ejemplo, si el marido se dedica al estudio de algún asunto y la mujer hace lo mismo, sería muy adecuado que uno de los dos cambie de actividad principal. Novio y novia no deben tener el mismo tipo de actividad. De la misma manera, lo ideal sería que traten de no dedicarse a la misma

tarea simultáneamente. Esto, que aparentemente terminaría con el sueño de muchos jóvenes de "hacerlo juntos", en realidad no termina nada sino que es el comienzo de una gran .posibilidad de complementación entre hombre y mujer.

Durante el noviazgo sería adecuado que tuviera inicio la elaboración del plan o proyecto familiar. Ya citamos anteriormente que una de las causas más importantes de la extinción de la familia es la falta de encuadre de esa familia en un proyecto regional compuesto de varias familias. Esa carencia es lo que determina la falta de continuidad de los matrimonios modernos. Casarse solamente por casarse y nada más no es algo completo. Por eso, desde la época de noviazgo, la pareja debe comenzar a definir su plan de vida familiar y regional. Eso es muy importante para que el matrimonio tenga continuidad. Al asunto del desarrollo familiar y regional nos referiremos en una próxima publicación.

Obviamente esa definición de plan de vida para la familia no puede dejar de ser acompañada por la preparación correspondiente, en el plano práctico. Por eso, tanto el novio como la novia deben empezar a preparar prácticamente la ejecución del proyecto conyugal y familiar en sus relaciones sociales y en su actividad diaria, en la medida de lo posible.

Todas estas premisas y principios aparentemente paradojales (sobre atracción entre antagonistas) no se soluciona con el matrimonio. Muy por el contrario: en el matrimonio, la relación antagónico/complementaria se justifica y se intensifica.

Hoy en día lo que se verifica después del matrimonio es el inicio de la pérdida de la atracción ilusoria que había en el noviazgo. Pues la realidad es diferente: después de casarse la pareja aumenta la atracción que siente uno por el otro, siempre y cuando sepa hacer uso del principio de que "unión es separación" en su proceso de creación progresiva de atracción mutua.

Es verdad: unión es separación. Cuando el hombre se casa, en realidad se casa con la sociedad. Cuando la mujer se casa, se casa con su hogar y con su familia. Las parejas que no entienden esto, sin duda tendrán fuertes desilusiones más tarde o más temprano.

La base de la atracción es el movimiento. La base del movimiento es la transformación. Movimiento es transformación. Nadie siente atracción por algo que está parado y condenado a estar parado. Por otro lado, todos sienten atracción por algo que se mueve. Por más interesante que sea el asunto de un locutor y por más atentos que estén a lo que él está diciendo en ese momento, la atención de la mayoría de las personas se vuelve hacia la puerta, si ésta se mueve para dejar entrar a alguien nuevo. Movimiento es atracción y ése es el motivo por el cual los niños son siempre algo que atrae, porque están siempre moviéndose y cambiando. De un día al otro un niño pequeño ya muestra muchas diferencias en su aspecto y habilidades. Todos miran, sintiendo gran atracción por ese movimiento.

A partir de esa constatación podemos fácilmente entender que la base de la atracción entre hombre y mujer está en la transformación personal de cada uno. No se trata de algo aparente, como vestir un traje distinto. Nos referimos a las transformaciones personales de la existencia de cada uno. Ese marido que siempre se repite, mostrando eternamente las mismas virtudes y los mismos defectos, inevitablemente pierde la atracción de su esposa. En una pareja realmente atractiva, siempre hay sorpresas: la mujer nunca termina de revelarse por completo y el hombre tampoco. Las reservas de uno y otro van apareciendo de manera inagotable, pues siempre tanto el hombre como la mujer están creando y ampliando multiplicativamente sus personalidades individuales. Además, esa creación constante de la personalidad se procesa de manera complementaria, lo que aumenta la atracción entre marido y mujer. Una pareja así sólo tiene un camino: unificarse cada vez más, creando sus antagonismos infinitos!

Algunos factores principales que promueven la compatibilidad, son las diferencias en:

4) Alimento mental.

Una persona con una mentalidad más individualizadora se complementa muy bien con alguien con una mentalidad más colectivizada.

Para verificar el tipo de alimento mental que constituye el pensamiento, es mejor preguntar qué tipo de asunto prefiere, qué tipo de lecturas, qué tipo de líderes.

Generalmente, las diferencias antagónicas en la mentalidad se producen cuando el hombre y la mujer pertenecen a sociogramas distintos. Con "sociograma" no nos referimos a clase social sino a estructuras (culturales, profesionales, emocionales y geográficas) distintas. Tales diferencias producen seres antagónicos en su actitud hacia sí mismos y hacia la sociedad. De esa manera, a un hombre que se entrega a asuntos de la colectividad le corresponderá una mujer con un abordaje más casero de la vida.

La compatibilidad puede ser verificada en diversos aspectos que a cada pareja cabe observar. La importancia de la compatibilidad no se restringe a la relación conyugal pero debe ser observada y mantenida en todas nuestras creaciones. Eso significa que cada individuo debe realizar compatiblemente su aspecto yin individual con su aspecto yang individual, luchando y pacificando, formando y transformando, elogiando y criticando, liderando y sometiéndose, yanguinizando e yinizando siempre, indivisible y simultáneamente.

Pero lógica y racionalmente pueden darse muchas condiciones de compatibilidad y sin embargo una persona puede no estar segura si el otro o la otra le interesa o no. En una ocasión preguntamos a nuestro Prof. Kikuchi como se podría asegurar de la existencia de atracción. Obviamente, se trataba de una confirmación intuitiva de la atracción y no algo intelectual. El nos dijo que estando cerca de la pretendiente cerremos los ojos y sin usar ninguno de los cinco sentidos "percibiéramos" la presencia o ausencia de un magnetismo o atracción a un nivel profundo.

Hablando de estar cerca, existe un aspecto del noviazgo que no puede dejar de ser considerado que es la distancia.

Muchas parejas, durante el noviazgo, quieren estar lo más próximo que puedan (abrazadas, si es posible) durante el máximo de tiempo disponible. Eso no es noviazgo) Justamente durante la preparación para el matrimonio no se debe tratar de matar el apetito que uno siente por el otro sino fortalecerlo, y para fortalecer el apetito es necesario distancia como "plato" principal y aproximación como secundario. Por lo general, esta proporcionalidad es invertida entre los jóvenes de la actualidad.

Algunos factores principales que promueven la compatibilidad, son las diferencias en:

3) Alimento físico.

Cuando las dos condiciones anteriores (fecha y lugar) son antagónicas, lo más probable es que los alimentos ingeridos también lo sean. Tan importante es el alimento físico para determinar las cualidades individuales que aunque los dos integrantes de la pareja hayan nacido en lugar y fecha cercanos, aun así tendrán características antagónicas, si la alimentación así lo haya determinado.

Algunos factores principales que promueven la compatibilidad, son las diferencias en:

2) Lugar de nacimiento.

Si se unieran un hombre nacido en el hemisferio norte con una mujer del hemisferio sur, esa pareja tendría gran compatibilidad.Obviamente eso invertiría la relación expresada en el Ítem anterior, "Fecha de nacimiento".

Ideal tambjén sería, por ejemplo, que el marido fuera de la sierra y la mujer costeña; que el marido fuera del sur del país y la mujer del norte, o a la inversa.

En puntos geográficos distintos el clima es diferente y los alimentos que en esos lugares crecen también son diferentes.

Algunos factores principales que promueven la compatibilidad, son las diferencias en:

1) Fecha de nacimiento.

Ideal sería que las fechas de nacimiento tuvieran un máximo de distancia entre sí. De esa manera, una mujer nacida en Marzo se casaría con un hombre nacido en Setiembre. Cuando ese hombre de Setiembre era engendrado, la naturaleza producía los frutos del invierno y el clima frío obligaba a su madre a usar alimentos más yang, energéticos. Mientras tanto, la mujer de Marzo era engendrada: la naturaleza se encontraba en su época más calurosa y su propia madre se alimentaba más de alimentos yin, relajantes. Alimento yin produce una persona yin y alimento yang produce una persona yang. Yin atrae a yang y yang atrae yin.

A veces ocurre que personas nacidas en el mismo mes y pocos días de diferencia también sienten atracción y se compatibilizan.

 

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